jueves, 10 de septiembre de 2009
SIN DISTANCIAS
Ya caminé, corte los prados
por fin, dejé atrás los desengaños.
Confié en ti, en tus abrazos
y tus palabras y descubrí
que mi alma contenida
estaba abierta a la deriva.
Hoy soñé que tus pasos
se escuchaban aquí,
desperté en el mudo
y propio escarceo
profundo y doloroso.
Situé a tu lado
los caminos olvidados
y sonreí al convencerme
que dudabas de mí siempre.
Perdí en mí, la costumbre
de acercarme a ti,
de seguirte obsesamente
mientras tú seguías ahí,
pendiente de tu vida.
No te olvido pero creo,
sin embargo,
que uno debe permitirse
quererse más de lo
que se ha querido
al ser ajeno.
Etiquetas:
No publicado. septiembre 2009.,
Q. Roo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Agradezco tu comentario.