Mil gracias por permitirme compartir las lágrimas, el dolor una noche.
Te canté ¿me escuchaste? De verdad créeme que hubiese dado cualquier cosa por evitarte el dolor, el dolor infame que laceraba tu existencia. Sé que estabas ahí, moviste el dedo del pie como si quisieras que dejara de tocarte, sólo quería saber que te quedabas conmigo, que esperarías a despedirte de los tuyos.
Es una suerte que tengan a quien abrazar, en quién reconfortarse, supongo que piensan que yo no lo necesito porque ni siquiera nos conocíamos un poco pero sé que tú y yo compartimos las lágrimas, el dolor una noche...
viernes, 24 de agosto de 2018
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Agradezco tu comentario.