miércoles, 2 de septiembre de 2009
TU LIBERTAD
Amemos esto ahora,
ahorremos nuestro tiempo
sin renunciar a los sueños,
estoy aquí cayendo lento,
caminando entre espejos,
ya no comparto mis llantos,
me quedé sin voz,
perdí el deseo de observarte;
sólo recuerdos… Hice algo terrible de mi vida,
creí que todo avanzaría
con la simple palabra nunca dicha,
luego me di cuenta que no crecía;
miré hacia atrás y estaba estancada,
en tu lago, en tu mirada.
Quise ser todo y siempre fui nada,
quise ser tu luz y estuve apagada,
quise compartir contigo
lo que había en mi alma, en mi vida,
pero nunca creíste,
pensabas en mi mente divagada.
Creí tanto en ti,
como nunca pude creer en mi;
te busqué, te busqué tanto
como si estuvieras,
sólo por un instante, ausente
en todo este camino recorrido,
sin darme cuenta que soy
el fantasma de tus dudas
y desconciertos.
Te amé como hoy,
como ayer, como siempre te amo,
como te amaré aún en la muerte
que estoy viviendo.
Sombras… conscientes la fe
y la distancia, cayendo sin fondo,
sin piso, sin paredes.
Agua… que ahoga y arrastra,
hundiendo la mente
en mis recuerdos de nada.
Fuego… que quema y arrasa,
calcinando en silencio
las palabras dadas.
Te olvido en este instante,
porque el olvido es la muerte
y hoy te asesino.
Te recordaré siempre
porque estás grabado en mi piel
y en mi sangre derramada.
Tropiezo en las palabras
y sigo aquí sin buscar, sin partir,
pereciendo en mi soledad
ya concretada;
tu libertad es lo que siempre amé
y hoy te dejo libre.
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No publicado. septiembre 2009.,
Q. Roo.
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